Un cachorrito de 60 días sólo es capaz de
aguantar la orina durante unos segundos desde que siente la necesidad de
evacuar. A partir de los tres meses (edad que varía en cada perrito) podremos
empezar a ser más exigentes.
Para enseñarle dónde deseamos que haga sus
necesidades debemos conocer sus hábitos y seleccionar el lugar indicado de
acuerdo con las posibilidades del cachorro.
Conocer sus hábitos:
- El cachorro suele ensuciar después de comer,
beber o dormir.
- Para él resulta natural ensuciar donde siente
ganas, por lo que debemos enseñarle que AHORA debe dirigirse al lugar que
hemos seleccionado. Sólo debemos reprenderle cuando lo pillemos ensuciando,
cualquier otro instante sólo conseguirá confundirle.
Seleccionar el lugar adecuado:
- El cachorro debe poder alcanzar el lugar donde
deseamos que realice sus necesidades durante el tiempo en que es capaz de
controlar sus esfínteres. Cuanto más pequeño sea el cachorro más próximo
debe estar de su comedero, bebedero y cama.
- Debemos estar pendientes del cachorro para
felicitarle o reprenderle cuando evacúe.
- Es importante seleccionar un lugar poco
frecuentado por otros perros, tan limpio y virgen como sea posible. El
cachorro suele olisquear y puede contagiarse mientras no esté perfectamente
vacunado.
Limpiar rápidamente:
- Cuando el pequeño ha evacuado es importante
limpiar el lugar lo antes posible. Esto evitará que se fijen los olores
(que volverán a estimularle) y evita futuros vicios (ingerir sus
evacuaciones para hacerlas desaparecer por higiene, miedo a la regañina o
por simple aburrimiento).
- Para eliminar los olores, una vez pasada la
fregona o el recoge heces, echemos agua con gas sobre la zona y pasemos una
fregona diferente a la anterior o un paño para secar.
Si el cachorro vive en un piso:
- Tan pronto como el pequeño termine de comer, o
se levante de una siesta, debemos ponerle la correa y llevarlo al lugar
donde queremos que evacue. Si el cachorro no es capaz de retener hasta este
lugar podemos cogerlo en brazos y llevarlo hasta allí.
- Una vez allí esperaremos pacientemente, sin
juegos, a que el cachorrito realice sus necesidades. Le repetiremos una
palabra que en el futuro asociará con que debe evacuar. Nosotros les
decimos "APURA".
- En cuanto termine le felicitaremos enérgicamente
y volveremos a casa. Esto es muy importante los primeros días. El perro
debe entender que el objetivo de que lo llevemos "al lugar" es
exclusivamente que realice sus necesidades. Con esta actitud conseguiremos
librarle de muchas enfermedades que amenazan a los cachorros mientras no están
perfectamente vacunados (alrededor de los cuatro meses).
- Una vez que él ha aprendido el sistema y esté
completamente vacunado, podemos premiarle soltándolo para que juegue con
otros perros, llevándole a dar un paseo, etc.