Cuando el cachorro ha desobedecido o ha realizado
una travesura de forma intencionada debemos mostrarle nuestro enfado. Para ello
"le humillaremos" utilizando el lenguaje canino.
- Sujetar al cachorro por la piel del cogote (no
significa levantarlo en el aire, sólo sujetarlo)
- Démosle una pequeña sacudida a la vez que le
hablamos en tono de reproche (no significa a gritos, no olvidemos que nunca
debemos asustar al cachorro)
- Continuar con esta actitud hasta que el pequeño
nos demuestre sumisión: lo ha entendido.
- Una vez que ha entendido no debemos continuar
reprimiendo, él nunca entendería por qué seguimos enfadados cuando ya se
está portando bien.
Gestos de sumisión podrían ser los siguientes:
- Mostrar el vientre
- Dar golpecitos con el hocico
- Orinar frente a nosotros
- Sacar repetidamente la lengua (la que he
experimentado con mayor frecuencia)