El primer día no es el más adecuado para presentarle a los vecinos, los amigos
de la familia, etc. Primero debe confiar en nosotros y después podemos enseñarle
lo estupenda que es la gente que nos rodea.
En cuanto
a su salud, es normal que los primeros días sus caquitas resulten un poco
blanditas. Esto puede deberse a numerosas causas, entre las cuales podemos
resaltar su nerviosismo inicial y el cambio del agua. Sin embargo, si el
problema persiste o si son blandas en exceso, acudamos al veterinario.
En
resumen, cuando lleguemos con el perrito a casa:
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Dejémoslo en el suelo
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Ofrezcámosle agua
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Dejemos que investigue su entorno
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Mostrémonos amistosos y tranquilos
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Evitemos las visitas
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Hoy ¡No le riñamos!